Esperanza Aguirre conquistó el gobierno de la Comunidad de Madrid gracias a los votos de dos despreciables personajes que violaron la voluntad de los electores (ver P.S.).
Esperanza Aguirre supedita toda su acción política a sus aspiraciones a gobernar el país apoyada por el búnker más cerril, haciendo de Madrid su laboratorio neocon de la Señorita PPis.
Esperanza Aguirre y sus coadjutores han decidido privatizar todo lo público sin contrapartidas a los ciudadanos, saltándose incluso a la torera sentencias firmes del Tribunal Supremo o leyes estatales, llegando incluso a acabar con las carreras profesionales de los que se han opuesto a su pogrom.
Esperanza Aguirre ha convertido la RTVM (Telemadrí y Ondamadrí, para los del foro) en un medio que hasta a Goebbels le hubiera suscitado pudor.
Esperanza Aguirre no ha logrado asfaltar toda la CAM por la crisis de beneficios que nos invade. Se habla de algunos árboles que resisten ahora y siempre a sus promotores --tómese en ambos sentidos de la palabra--.
Esperanza Aguirre subvenciona asociaciones de extrema derecha, cuando no con un ideario abiertamente fascista, que también logran que sus colegios sean subvencionados por el dinero de todos.
Esperanza Aguirre contrata escasas obras públicas que pueda pagar: así culpa al Gobierno central de no aportar el dinero que quiere gastarse y, por tanto, de marginar a Madrid.
Esperanza Aguirre (Ponga aquí el lector lo que proceda)...
Pues bien. El titular de la Cadena Ser y de la edición digital de El País, principales medios de presunta oposición a los populares y líderes en el mercado informativo del Estado, fue que Esperanza Aguirre había entrado en el Congreso del PP al compás de la música de Shakira.
El sábado, que Ruiz Gallardón (eso lo dejo para otro día) lo había hecho al sonido de ABBA.
Enhorabuena a los premiados.
P.S.: Los electores castigaron, curiosamente, al PSOE-PSM.
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